En Perú existen 55 pueblos originarios, de los que podemos aprender el trabajo solidario y el respeto por la naturaleza para crecer como país.
¿Sabías que los pueblos originarios protegen el 80 % de la biodiversidad del planeta? Sus integrantes han logrado adaptarse y reducir los riesgos causados por el cambio climático y los desastres naturales, gracias a sus conocimientos y experiencias ancestrales. Pero esto es solo un ejemplo de la gran importancia que representan estos pueblos en la actualidad. Por eso, en el marco del Día Internacional de los Pueblos Indígenas, que se celebra cada 9 de agosto, recordamos que en Perú existen 55 pueblos indígenas, poseedores de una gran diversidad de cultura, tradiciones, lenguas y sistemas de conocimientos.
Carmen Mamani, Rubén Yucra y Joselito Del Águila, tres talentos del Programa Nacional de Becas y Crédito Educativo (Pronabec) del Ministerio de Educación, que pertenecen a pueblos quechua de Puno y Cusco y al pueblo awajún de Loreto, respectivamente, nos recuerdan por qué los pueblos originarios son importantes, qué podemos aprender de ellos y cómo podemos respetarlos y valorarlos.
Carmen Mamani Paucar (27), talento Beca 18, estudió Educación Primaria Intercultural Bilingüe, nos explica que los pueblos originarios siempre nos han dado aportes en los campos de la medicina, textilería, arquitectura, entre otros. Por eso, ella se siente orgullosa de ser parte del pueblo quechua, y hoy, como docente de niños en un colegio de Cusco, enseña que tener una cultura diferente no nos hace menos que otros, sino únicos y con derechos.
Rubén Yucra Ccahuana (25), talento Beca 18, estudió Educación Intercultural Bilingüe, tiene entre sus metas seguir llevando su cultura a todo el país y el mundo. En el 2016 publicó un poemario en lengua quechua y viene trabajando en una nueva edición de una revista digital donde escribirá textos, junto con otros compañeros, de diversos géneros y temáticas, también en su lengua materna. El talento está seguro de que “la belleza de la flor proviene de las raíces”; es decir, que debemos conocer de dónde venimos y lo que nos rodea para seguir desarrollándonos.
En esa misma línea, Joselito Del Águila Huaynacari (27), talento Beca Permanencia, se muestra orgulloso de ser del pueblo awajún porque considera que es una comunidad luchadora y preocupada por el bienestar colectivo. “Recuerdo mis primeros días de clases cuando una compañera me miró de pies a cabeza y me dijo que no haría trabajo grupal conmigo porque no sabía cómo vestirme, pero no hice caso y seguí luchando, como me lo ha enseñado mi pueblo, para ser respetado y escuchado”, dice el joven que recientemente culminó con éxito la carrera de Educación Primaria en la Universidad Nacional de la Amazonía Peruana.
Los talentos Pronabec también nos mencionan cinco de las razones más importantes para recordar la relevancia de nuestras poblaciones originarias:
Se apoyan entre toda la comunidad. Si un miembro de una comunidad indígena se enferma, todos los demás luchan por ayudarlo. Así es la visión de los pueblos originarios: vivir en unión y armonía, practicando la solidaridad, un valor que debemos rescatar y replicar en la actualidad.
Se preocupan por las futuras generaciones. Los pueblos originarios siempre piensan en el futuro, bajo la visión de que todo lo que hagan hoy traerá consecuencias más adelante. Respetan esa conocida frase: “Hoy por mí, mañana por ti”, porque se preocupan por sus descendientes.
Respetan la naturaleza. Cuando nos sentimos parte de algo, lo respetamos. Así es como se sienten los pueblos originarios con la naturaleza que los rodea. Para ellos, los recursos naturales son una propiedad compartida, que debe ser respetada y, de esa manera, ayudan a reducir los efectos del cambio climático.
Sus alimentos son parte de nuestra dieta. Muchos de los alimentos nutritivos que consumimos hoy, como la quinua o la papa, han sido cultivados históricamente por los pueblos originarios, quienes llevan una vida saludable. Un gran ejemplo que debemos replicar en nuestra actual dieta.
Tienen sus propias medicinas. Para los pueblos originarios, muchas de sus hierbas representan fuentes de curación que les han traído resultados positivos. Por eso, debemos aprender a respetar y valorar la medicina tradicional y recordar que puede ser un complemento de la medicina occidental.