CINCO MAESTROS QUE INSPIRAN POR SU COMPROMISO CON LA AUTOEVALUACIÓN Y LA CALIDAD EDUCATIVA

En el Día del Maestro, hoy 6 de julio, cinco profesores del país que impulsan la autoevaluación para la mejora continua en sus escuelas quisieron compartir sus historias y sus motivaciones para seguir trabajando por la calidad educativa, informó el Sistema Nacional de Evaluación, Acreditación y Certificación de la Calidad Educativa (Sineace).

Julio Amézquita creció en un pueblo de Arequipa con muchos problemas sociales, pero le tocó un profesor de Historia que le cambió la vida y le sirvió de modelo para seguir en esta carrera. “Nos decía que éramos buenos, que éramos como él y que de grandes íbamos a triunfar”, comenta Julio, tras subrayar que ahora con su trabajo puede hacer lo mismo, es decir, cambiar la realidad de muchos jóvenes.

Actualmente, Julio es profesor de Matemáticas en la I. E. Nuestra Señora de las Peñas e impulsa la autoevaluación como un proceso de mejora continua. De ese modo, dice que puede saber si realmente está logrando que sus estudiantes aprendan. “Sin la autoevaluación no podría saber si estoy cumpliendo con mis metas o si estoy avanzando. Además, puedo saber qué falta y qué hacer para mejorar”, enfatiza.

En Lima, Mercedes Luján, al igual que seis de sus hermanos, se dedica a la docencia. Fue gracias a ellos que se decidió por esta valiosa profesión, que le regaló casi 20 años de aprendizajes y muchas emociones. Actualmente, es profesora de primaria en la I. E. 7059 José Antonio Encinas Franco y resalta que su trabajo consiste en formar buenos estudiantes que aporten a la sociedad.

Ella comenta que la autoevaluación es una herramienta fundamental para cumplir con sus metas como maestra. Refiere que desde hace de 5 años analiza y reflexiona el trabajo con los niños, los padres de familia, los profesores, los directivos, así como los colegios de su entorno. “La autoevaluación es bastante positiva y te ayuda a tener una mirada bastante amplia. Eso te cambia la forma de vivir”, indica.

En San Martín, Urbano Fernández relata que pasó por una situación complicada cuando era estudiante y siempre quiso contar con un maestro que lo motive y lo inspire a ser mejor. Hoy, convertido en este profesional, puede cumplir ese deseo de transformar a muchas generaciones en buenas personas. “Me siento comprometido con la educación, pues hay mucho por hacer y avanzar. Esta es mi gran pasión”, señala.

Él es profesor en la I. E. 0352 Pacayzapa y también impulsa la autoevaluación, porque reconoce que es una herramienta que le permite recoger muchas evidencias para mejorar la calidad educativa. “Con la autoevaluación, detectamos situaciones frágiles de los docentes, recogemos sus valiosas experiencias y las compartimos con otras aulas”, comenta el profesor Urbano, tras resaltar que la autoevaluación no busca la sanción, sino la reflexión del profesor.

Diana Astocondor del Callao nos cuenta que su abuelito fue la persona que la inspiró en seguir la docencia, pues le enseñó a ayudar a los demás. Dice que muchos estudiantes llegan con carencias afectivas, y sabe que tiene la oportunidad de darles mucho cariño y guiarlos en su camino a convertirse en grandes ciudadanos. “Me di cuenta que con la educación pudo ayudar y mejorar el mundo”, comenta Diana.

Ella impulsa la autoevaluación en la I. E. Agustín de Hipona, pues afirma que le permite reflexionar sobre el trabajo en la escuela. “Con la autoevaluación, podemos saber qué está funcionando en el aula, porque todos los chicos son distintos y necesitamos entender que el trabajo no es igual para todos”, explica tras destacar que ahora, entre maestros, comparten sus experiencias y mejoran el trabajo de próximos proyectos.

Por su parte, Luis Arce de Cajamarca explica que viene de una familia de docentes. Además, su padre también fue su profesor durante la primaria y, por eso, siguió ese camino. Luis manifiesta que una de sus tareas, más allá de transmitir conocimiento, es trascender en la vida de sus estudiantes con el ejemplo y las experiencias de vida. Él tiene una hija y cuenta que “no solo quiere ser su padre, sino también su maestro”.

Ahora, Luis enseña Ciencia y Tecnología en el I. E. San Vicente de Paul y es uno de los impulsores de la autoevaluación, porque le permite medirse con estándares de calidad y saber si está haciendo bien su trabajo. “Vemos la autoevaluación no como algo punitivo, sino como una oportunidad de aprendizaje. Toda la comunidad educativa lo sabe, y ahora está comprometida a no dejar de aprender”, señala.

DATOS:

Para conocer más sobre los procesos de autoevaluación, visite el sitio web del Sineace en www.sineace.gob.pe