El aislamiento social, la cuarentena y las noticias sobre el COVID-19, muchas de ellas asociadas a la pérdida de vidas y a los nuevos protocolos para la inhumación o cremación para proteger la salud pública, son situaciones que afectan la salud mental.
La psicóloga certificada Janeth Suarez Pasco de La Libertad refiere que muchas familias, debido a la pandemia, no podrán despedirse de los suyos de la manera tradicional. “Estamos acostumbrados a despedirnos con ciertos rituales y en compañía. Con el distanciamiento, esto cambia y pueden surgir ciertos efectos de soledad e impotencia”, explica la psicóloga, quien recomienda tener pensamientos positivos como recuerdos agradables o vivencias felices.
Según indica, los familiares cumplen un rol importante en este proceso y se debe identificar a quienes tengan una personalidad fuerte para contener a los miembros más sensibles o que tengan más dificultades para recuperarse. Agrega que si bien las familias y amigos no estarán juntas físicamente, las nuevas tecnologías ayudan a lograr esta compañía o apoyo.
Suárez Pasco señala que “hay que darnos permiso para todo, pues es parte de la expresión emocional que permitirá mejorar la salud mental” y subraya que no debemos sentir vergüenza de pedir ayuda profesional o a nuestros familiares. “Una persona es inteligente cuando reconoce que algo no está bien, pero se convierte en sabia cuando pide ayuda”, resalta.
La especialista recuerda que la atención psicológica se puede dar a través del teléfono o videollamada, por lo que no hay excusa para no encontrar a alguien que nos escuche y nos oriente con actividades que podemos realizar desde casa. “La población debe saber que los psicólogos tenemos la responsabilidad de acompañar a las personas situaciones de crisis”, afirma.
Asimismo, sostuvo que aquellos que están certificados son altamente competentes para brindar una orientación de calidad, pues así lo han demostrado en rigurosos procesos de evaluación a cargo del Colegio de Psicólogos del Perú, entidad autorizada por el Sistema Nacional de Evaluación, Acreditación y Certificación de la Calidad Educativa (Sineace).
“Es gratificante demostrar cómo estoy trabajando, pues hemos sido formados para brindar una atención de calidad”, comenta tras recordar que la certificación de competencias es obligatoria para los profesionales de la salud, según la Ley 28740.
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