Reducción es factible si el país logra un crecimiento de 4% anual en los próximos 4 años.
En un estudio sobre la relación entre crecimiento económico y pobreza, el Centro de Investigación de Economía y Negocios Globales -CIEN- de la Asociación de Exportadores (ADEX) estimó que, si la economía crece alrededor de 4% en los próximos años, la pobreza se reduciría de 20.7% en el 2016 a 15.2% en el 2021, lo que significaría que 1 millón 300 mil personas dejarían de ser pobres.
El director del CIEN-ADEX, Carlos González, comentó que en el 2017 la pobreza se habría reducido en -0.7%, pasando de 20.7% (2016) a 20%; añadió que si la economía continúa creciendo a un tasa de 2.5% en los siguientes 4 años, la pobreza disminuiría solo 3%, pasando de 20.7% (2016) a 17% (2021). En estas condiciones, solo 730 mil personas abandonarían esa condición.
Si bien un crecimiento futuro de 2.5% no parece alentador, es un escenario perfectamente factible si es que la crisis política continúa (casos de corrupción de Odebrecht, potencial vacancia presidencial, entre otros), y, por ende, no se ejecutan obras de reconstrucción y las grandes inversiones privadas en los plazos previstos.
En opinión de González, el crecimiento de la economía en 4% es factible; pero, es importante que las autoridades políticas tomen conciencia de que si en los próximos años no crecemos al nivel proyectado, se estaría dejando a más de medio millón de personas (596 mil 682) en la pobreza.
“La crisis política limita el desarrollo económico del corto y mediano plazo, y de no implementarse una política de desarrollo, el Perú seguirá creciendo por debajo de su potencial. El ruido político es una variable crítica que afecta el avance de medidas legislativas y ejecutivas. Perú necesita tomar grandes decisiones y no lo está haciendo”, dijo.
Para impulsar el crecimiento
El presidente de ADEX, Juan Varilias, precisó que los sectores que resultan claves para impulsar un mayor crecimiento son la salud y la educación, pues influyen directamente en la calidad de vida de la población, de ahí la importancia de destinarles mayores recursos. “De los países de la Alianza del Pacífico, Perú ocupa la última posición en salud y educación básica (puesto 93) y en educación superior y capacitación (puesto 81)”, agregó.
Por ello, sugirió al Ejecutivo trabajar mucho más en ambos sectores (salud y educación de calidad) para disminuir la pobreza, ya que es la única manera de aumentar la capacidad de las personas para trabajar y progresar. “Ello debe ir de la mano con el acceso a los servicios básicos como agua, saneamiento y electricidad, que brindan condiciones mínimas de calidad de vida”, dijo.
Otro frente de trabajo –prosiguió Varilias- es la ampliación de la infraestructura rural a fin de conectar a los agricultores con los mercados, lo que también promoverá el acceso a las escuelas y los centros de salud.