TIERRA DE HERRANZA ANDINA

Por Roberto Carlos QUINTANA VILLAVICENCIO
Lic. en filosofía

La herranza es la catarsis del solemne ande, es la reparación psicosocial de nuestra moral abatida por la decepción de los que dirigen desde la costa las acciones del ande, el ser andino recuerda y más liba, come antes de la juerga y la perdición, porque perderse en las profundidades de Dionisos exige mucha energía, ser santo no exige comer ni beber mucho por eso ellos comen con moderación pero para pecar y ser herético hambre y sed debe saciar.

La herranza es una oportunidad para encontrar ese calzada para pedir al suegro que su hija será nuestra esposa, es una magnifica congruencia para decirle a la suegra que nos interesa su hija, toda fiesta es propicio para solicitar licencias para hechos trascendentes en nuestra existencia, revolcarse con el amado ensayando el dormir, echando harina y anilina simboliza la posterior acción de echar y sembrar una nueva raíz social familiar, comunal y tribal.

La herranza es panteísta, no peca de teísmo sino que reconoce el hombre y mujer del ande que dependen del cerro, del agua y de la tierra y por ende hay que dar venía antes de celebrar a esos dioses naturales prácticos que se sienten, que se tocan y que sacian la necesidad humana, una vez solicitado la aquiescencia todos tienen consentimiento y asentimiento de perderse, si el huayno minero exige cantar que “toda la semana hemos trabajado para derrocharlo en una cantina” pues el hombre y mujer del ande entonan “todo el año hemos trabajado para que hoy y solo hoy nos emborracharemos, comeremos y tiraremos una vez al año.”

La herranza tiene equidad de género, el varón liba licor, la mujer igual, el varón echa harina y agua, revuelca y azota, la mujer más, azota, cachetea, liba y fuma como debe ser, ambos se revuelcan, ambos cantan, entrambos gritan, dualidades que muestran unidad y no pose barata, unión y no solo conjunto de momento sino de un para siempre, la herranza es una manifestación sociológica que explica que el movimiento genera amor y la parálisis solo desamor.

La herranza no es capitalista ni es socialista, allí no hay cargos ni líneas de mando verticales, hay confusión e igualdad social, danza el rico, el millonario, el pobre, el plebeyo y el proletario, todos juegan y asimilan recordando su niñez donde no hay pre juicios ni pre conceptos, todos se confunden alegres, contentos de saber que están vivos y saben que la eternidad tiene su corte con la muerte pero antes que llegue vivamos, cantamos, jugamos hasta no dar más, niños, adolescentes, adultos, senectos todos somos iguales , no hay diferencias de etapas ni diaconías que cuidar, sanos y enfermos disfrutan este elixir de comunidad, de colectividad, y mañana será el tiempo de endechar hoy es de vitorear.

UYuyuyuy, chupar, uyuyuy, cantar,uyuyuyuy, danzar, uyuyuyuy tirar, uyuyuyuy seguir chupando,uyuyuyuyuy seguir danzando, uyuyuyuy seguir gozando,uyuyuyuyuy seguir compartiendo,uyuyuyuyuy, seguir insistiendo en que esta vida no solo está para formalidades ni clasicismos, sino más para parar, frenar, y hacer herranza andina.